viernes, 20 de marzo de 2009

Ejercicio sí, pero ¿cuánto?


En otros tiempos, las recomendaciones sobre cuánto ejercicio hay que realizar sugerían que la mayoría de las personas debía llevar a cabo una actividad física intensa durante un mínimo de 20 minutos al día. Veinte años después, los científicos y profesionales de la salud se han dado cuenta de que este grado de actividad es excesivo para la mayor parte de la gente. Además, se ha descubierto que no necesitamos esforzarnos tanto para obtener los beneficios que el ejercicio aporta a nuestra salud.

Bicicleta estática reclinadaLas nuevas recomendaciones elaboradas en el Reino Unido y EE.UU. prescriben sesiones regulares de una actividad de intensidad moderada. Así, caminar enérgicamente todos o casi todos los días durante unos 30 minutos ayuda a mejorar el bienestar físico y mental. El ejercicio físico en sesiones breves (por ejemplo, 2 ó 3 sesiones de 10 minutos cada una) es casi tan eficaz como hacer ejercicio de forma ininterrumpida durante el mismo tiempo y es más fácil de adaptar al ritmo de vida actual. Para aquellos a quienes no les gusta o les resulta imposible hacer ejercicio de forma planificada, el hecho de evitar o reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias puede resultar igualmente beneficioso. Por ejemplo, el simple hecho de permanecer de pie durante una hora al día en lugar de sentarse a ver la televisión consume el equivalente a 1-2 kg de grasa por año.

Las personas obesas deben elegir cuidadosamente el tipo de ejercicio que van a realizar a fin de evitar cualquier lesión de las articulaciones provocada por la práctica de actividades intensas en las que tengan que soportar su propio peso. La natación y el ciclismo son dos buenas opciones para las personas con sobrepeso.

Fuente: EUFIC (European Food Information Council - Consejo Europeo de Información sobre Alimentación)

http://www.deportelandia.com

Carreras de fondo no aceleran la artrosis


http://www.deportelandia.com

En los individuos mayores de 50 años que practican carreras de fondo no se acelera la progresión de la artrosis en sus rodillas. A esta conclusión llegan investigadores de la Universidad de Stanford (Palo Alto, California), en un estudio realizado durante 2 décadas (desde el año 1984 al 2002) con el objetivo de determinar las diferencias en la progresión de las lesiones radiográficas de artrosis de rodilla entre corredores de fondo mayores de 50 años y no corredores.

Carrera de fondoHan participado en el estudio 55 corredores de fondo (64% hombres) y 53 controles con una edad media de 58 años, a los que se les ha practicado sucesivos estudios radiográficos de sus rodillas.

La mayoría de los participantes presentaron al comienzo del estudio mínimas imágenes radiográficas de artrosis de la rodilla (en el 6,7% de los corredores de fondo y en el 0% de los controles).

Al finalizar el estudio, los corredores de fondo no mostraron más lesiones radiográficas de artrosis de la rodilla que los individuos usados como controles, ni tampoco más artrosis graves .

Fuente: The American Journal of Preventive Medicine
Recomienda a un amigo

Actividad física contra la demencia


En un artículo publicado en la revista Neurology del mes de Mayo de 2008, miembros del departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario de Bolonia (Italia), se proponen examinar el efecto de la actividad física sobre el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y la demencia de origen vascular, en ancianos.

Actividad física contra la demencia. El método seguido ha sido el siguiente: los datos analizados proceden de una población de 749 individuos con una edad media de 73,2 años, de los que el 53,5% eran del sexo femenino. Después de un examen clínico completo para descartar una demencia, realizado entre los años 1999 y 2000, punto de partida del estudio, se realizó un nuevo examen de la función cognitiva entre 2003/2004.

La actividad física en la línea de partida del estudio fue medida como gasto de energía en diferentes actividades (caminar, subir escaleras, ejercicios físicos de intensidad moderada, ejercicios físicos vigorosos y actividad física total).

Los resultados han sido los siguientes: después de 4 años de seguimiento se detectaron 86 casos de demencia, de los que 54 fueron debidos a la enfermedad de Alzheimer y 27 demencia de causa vascular.

Después de los ajustes estadísticos apropiados para obviar otros factores de confusión, sociodemográficos y genéticos, el riesgo de padecer una demencia de causa vascular fue significativamente más bajo para aquellos que ocupaban los niveles más elevados en la actividad física realizada al caminar durante la semana (caminar a paso vivo 30 minutos diarios, al menos cinco veces a la semana) y en otros tipos de actividad física, cuando se comparaban con los individuos con escasa actividad física.

Por el contrario, después de los ajustes estadísticos apropiados, el riesgo de desarrollar una enfermedad de Alzheimer no se asociaba con las medidas de la actividad física.

Las conclusiones son las siguientes: en una población italiana de personas mayores, la actividad física se asocia con un menor riesgo de desarrollar una demencia de tipo vascular, pero NO con un menor riesgo de desarrollar una enfermedad de Alzheimer.

Son necesarias más investigaciones para aclarar cuáles son los mecanismos biológicos que relacionan la actividad física con la función cognitiva.

Fuentes: http://www.saludlandia.com/actividad-fisica-contra-la-demencia-14003.html

Coméntaselo a un amigo.