domingo, 6 de enero de 2008

Los reyes magos


1. La cabalgata de reyes.

Una de las tradiciones más arraigadas en la cultura española es la celebración de la noche de reyes, cuando niños y mayores se llenan de ilusiones y esperanzas. La Cabalgata es un desfile que cada 5 de enero se representa en las grandes y pequeñas ciudades españolas. Representa el camino que recorrieron los Reyes Magos hasta Belén para encontrar al Niño Dios siguiendo la estrella que les marcaba el camino. Esta fiesta reúne a muchas personas en las calles y plazas de las ciudades para ver pasar a los reyes y sus pajes quienes regalan caramelos a los niños, es una noche donde se mezclan las tradiciones y la fe.
Según el Evangelio de San Mateo, los tres Reyes Magos de Oriente ofrecieron al Niño Dios oro, incienso y mirra. Durante años y siglos, la tradición popular ha representado a tres importantes personajes que adoraron al Niño Dios y le ofrecieron regalos.
En España e Hispanoamérica existe la tradición de entregar a los niños regalos en la noche del 5 al 6 de enero. Esa noche, largamente esperada por los niños, los tres Reyes Magos llegan a la ciudad con todo su séquito, donde son recibidos por las autoridades. Montados en sus camellos o en carrozas, los reyes desfilan por la ciudad para disfrute y deleite de los niños que les miran con ojos de asombro e ilusión.
La Cabalgata de Reyes es una representación festiva de la adoración de los tres Reyes Magos al Niño Dios. Las ciudades se llenan de luces y color, y comienza el largo recorrido, que en ocasiones dura horas; las carrozas, los camellos, los pajes reales y los más variados y exóticos personajes desfilan ante los ojos atónitos de niños y mayores. Según la tradición española, la tarde del día 5 de enero los tres Magos de Oriente recorren la ciudad lanzando a los niños caramelos y mostrando todo su esplendor.

2. El roscón de reyes y el carbón.

Como no todo va a ser regalos para niños y mayores, durante la noche y el día de reyes también hay lugar para disfrutar de los postres y los dulces. El roscón de reyes es el producto estrella del día de reyes. Si los turrones han sido los indiscutibles protagonistas de los dulces navideños, se hacen elegantemente a un lado el día de reyes y cede su puesto de honor en la mesa al roscón.
Se trata de un tipo de bollo de masa fina con forma de anillo, más o menos redondeado, decorado con trozos de frutas confitadas de colores variados, muy dulce y sabroso. El momento de consumo de este dulce navideño en muy variado. Se puede consumir al desayunar, cuando la familia está junta abriendo los regalos, con la curiosidad, la sorpresa, la ilusión y la alegría como compañeros. La hora de la comida, como postre, también es adecuada, aunque la hora de la merienda tampoco es mal momento para continuar con su degustación.Continuando con las tradiciones, si los Reyes Magos de Oriente vienen cargados de regalos para niños y mayores, llenando de ilusión y alegría a todos, el roscón de reyes también tiene esa gracia de ilusión contenida. Dentro de la masa redondeada, se esconden pequeños regalos que quienes comen el roscón descubren con alegría y buen humor.
Ahora bien, en ocasiones cuando los niños no se han portado bien no van a recibir los regalos que esperan. Una de las cosas exigidas por los Magos de Oriente es el buen comportamiento y la bondad en los niños. Para aquellos que durante el año no se han portado bien, los reyes no traen regalos, sino otro tipo de “obsequio”, en la mañana del 6 de enero el niño encontrará carbón. Pero como los Reyes Magos no son malos, el carbón que dan a los niños es un tipo de carbón dulce, de azúcar, que lo pueden comer todos, niños y mayores, y simboliza el aviso de la necesidad de cambio por parte del niño. En cualquier caso, también es muy probable que la noche del 5 de enero los reyes dejen regalos y carbón, como aviso para mejorar aquellos comportamientos que no siempre son buenos.

3. La carta a los reyes y la entrega al paje real.

Cada año, con la llegada de la Navidad, los hogares españoles se llenan de alegría e ilusión. En España y en los países de tradición española, los Reyes Magos se celebran con renovada esperanza. Igual que hicieron los tres Magos de Oriente cuando adoraron al Niño Dios entregándole regalos, los niños y mayores esperan que se repita el mismo gesto de generosidad.
Llegado el momento preciso, los niños (y también algunos mayores) escriben una carta a sus Majestades los Reyes de Oriente, en la que cuentan, con más o menos detalles, su comportamiento durante el año (aunque los reyes ya lo saben) y donde reflejan sus ilusiones y anhelos para el nuevo año. También, por supuesto, ya que es lo más importante, escriben los regalos que quieren recibir. Escribir la carta a los Reyes Magos representa la ilusión e inocencia de los niños, con la esperanza puesta en conseguir aquellos premios, juguetes y regalos que ambicionan.
Cerrada la carta y con mucha ilusión, es hora de entregarla a los reyes. La carta puede llegar a sus Majestades por diferentes caminos. El primero es la entrega en mano al paje real, una de las más divertidas, bonitas e ilusionantes. Los pajes de los reyes montan el palco en el cual Melchor, Gaspar y Baltasar reciben a los niños para coger sus cartas y escuchar qué regalos quieren recibir, después de asegurarse de que se han portado bien y han sido buenos. Otra forma de entregar la carta es enviarla por correo, teniendo cuidado de poner bien la dirección para que no se pierda, aunque como se trata de algo mágico, los reyes ya se cuidan de no perder ninguna. La última forma de entregar la carta, muy típica en la tradición española, es dejarla la misma noche de reyes junto a las zapatillas, debajo del árbol de Navidad, en la chimenea o en la ventana. Por la noche, los reyes se dedican a entrar en las casas de los niños, leen las cartas y les dejan los regalos junto a las zapatillas. También manda la tradición dejar el correspondiente ágape para los reyes, de modo que puedan comer algo y descansar un poco de su dura jornada.
Sea cual sea la modalidad elegida para entregar la carta, a la mañana siguiente, niños y mayores se despiertan llenos de ilusión y corren junto a sus zapatillas, donde de forma milagrosa hay regalos. La alegría, la ilusión y le esperanza inunda los hogares españoles. Es una de las noches más mágicas del año. Así que ya sabéis, sed buenos y no olvidéis escribir la carta a los Reyes Magos pidiendo un mundo mejor.

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